Puedes… si crees que puedes.

La mayoría de las personas pasan la vida limitados, no desarrollan su máximo potencial debido a un bloqueo mental, la sociedad moderna ha creado estereotipos de éxito, es decir: ha elevado a categoría de “ricos y famosos” a un número sumamente reducido de artistas, escritores, deportistas y empresarios, de tal manera que la gran masa no aspira más que a idolatrar a dichos personajes.

Cuando Dios creó al hombre lo hizo a su imagen y semejanza, con un potencial extraordinario para desarrollarse a plenitud; física, emocional, intelectual y espiritualmente. Le dio la capacidad de innovar y perfeccionar cada día todo aquello que se atreviese a emprender.

Pero si Dios nos dio tanto potencial, ¿Por qué no todos lo desarrollamos?, porque no lo hemos intentado con determinación, porque hemos dejado que la duda, la falta de confianza en nosotros mismos y el temor al fracaso dominen nuestro pensamiento. Debemos ganar la batalla de nuestra mente

La Biblia establece verdades y principios para una vida victoriosa de los que nos debemos apropiar, que debemos practicar, declarar y agradecer a Dios por ellos. Su palabra declara que tenemos la mente de Cristo, que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece y que si Dios es con nosotros, quién contra nosotros, así como que los pensamientos del Señor son de bien y no de mal, que sus planes son de paz, para darnos un futuro y una esperanza, todo eso por decir lo menos, ya que las promesas del Señor son grandes y extraordinarias para que creamos, de tal manera que con una fe tan pequeña como un grano de mostaza podamos mover montes y acallar tormentas o las tempestades que azotan nuestras vidas

Porque ninguna cosa será imposible para Dios, (Lucas 1:27) confiaré en él y en sus promesas y podré ir más allá.