Gozo en medio de las pruebas

Tener gozo cuando experimentamos pruebas es inaceptable desde un punto de vista lógico, ya que las pruebas a las que nos somete la vida son estresantes, dolorosas y a veces hasta oprobiosas, pero la razón y la fe tienden a ser contradictorias y antagónicas.

La Epístola de Santiago nos lo resalta cuando nos anima a tener por máximo gozo el hallarnos en diversas pruebas, (Santiago 1:1:2), ya que el propósito de las pruebas es el de llevarnos a un nivel superior de fe por medio de la paciencia demostrada durante las dificultades.

La paciencia la podemos entender como el esperar en paz, es decir, sin desesperación ni ansiedad, hasta recibir una solución o una respuesta de parte de Dios.

¿Pero, como podemos lograr esperar en paz? La respuesta viene dada por medio de la Palabra de Dios, el meditar en ella cada día, el orar con base en las promesas que la Biblia ofrece a los hijos de Dios, es decir, aquellos que han nacido de nuevo por medio del arrepentimiento de sus pecados y el creer en Jesucristo como su salvador y por ende haberle entregado su vida.

El Espíritu Santo inspiró al profeta Isaías para declarar: "Tú guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en el Señor perpetuamente, porque en el Señor está la fortaleza de los siglos", (Isaías 26: 3-4).

Por tanto, la forma de superar los momentos difíciles de la vida es desarrollando una sólida confianza en Dios, y eso lo logramos alimentándonos cada día con su Palabra y pidiéndole al Espíritu Santo que nos concede el fruto y el don de la fe.